miércoles, 22 de febrero de 2012

Estrategias del recuerdo


“Seré muy breve: te extraño y esto duele”.
Ocho y medio – Nacho Vegas
No tengo que recordarte:
habitas este cuerpo como el musgo abraza la roca.
Y he llenado el almanaque de mis días,
con mis boleros favoritos y el ruido de una puerta
al cerrarse.

Con los cabellos que dejaste regados en mi almohada
   he construido un baúl para guardar tus besos.
Para cuando anochezca 
    y los pájaros olviden su canción de naufragios.
Para abrirlo cuando empiece a olvidarte.
Y asì no soltarte nunca.

Nuevos mares


Empaca tus maletas. Limpia por última vez
las telarañas de este navío enmohecido.
Despídete del gato, déjale algo de beber.
No olvides amarrar el barco a un puerto seguro,
ya me ocuparé de volver a zarpar, navegando mi corazón
cuando suba la marea, otro día que no nieve. 

jueves, 16 de febrero de 2012

Suspiros

“Jazz washes away the dust of everyday life”.
Art Blakey.


Recostado contra la esquina de un banco,
un negro toca el saxofón.

No toca la tambora, ni golpea una marimba.
No sopla un clarinete, no da palmadas a un bongo.
Y es tan triste su canción

como un pan mohoso, como el vino agrio.
Tan triste como la respiración de la lluvia
            en la ventana de un bus.
Como la muerte de Joselito en febrero.

Yo quisiera, cuando acabe de tocar,
invitarlo a una cerveza y quizá, al caer la noche,
preguntarle “¿Dónde ha dejado el mar?”

Reiría un poco, con risa lúgubre imagino,
esgrimiendo una sonrisa desdentada,
y dándose golpes con la mano sobre el corazón,
abriría los ojos y me mostraría que es ciego.